El tratamiento del estrés (3/3)
A fin de alcanzar un estado de bienestar necesitamos prestar
atención a las necesidades básicas de nuestros cuerpos: sueño, relajación,
buena nutrición, ejercicio físico y un cambio de actitud ante los factores
producidos por nuestras vidas que crean reacciones estresantes negativas. Pregúntese
si se concede tiempo para disfrutar de las actividades de ocio, si tiene
reservada alguna parte de la semana solo para usted: relajarse, nadar, leer o
practicar una afición.
Un parte de la rutina del tratamiento del estrés podría incluir
una sesión reflexológica relajante –
un tratamiento mensual sería perfecto para la mayoría de las personas a fin de
conservar una buena salud. Es curioso por qué muy frecuentemente acudimos al
tratamiento complementario u ortodoxo solo cuando nuestros cuerpos ya están enfermos,
cuando un programa de mantenimiento regular podría prevenir la aparición de
problemas y ayudar a estimular el bienestar.
La dieta es otro aspecto del tratamiento del estrés de
importancia vital – logrará más de su cuerpo en términos de rendimiento si
cuida en primer lugar lo que pone dentro de él –. Si esta estresado o debilitado,
es esencial evitar alimentos estimulantes – los que contienen cafeína, por
ejemplo, o los alimentos con colorantes, aditivos y conservantes –puesto que pueden
tener un efecto profundo, ansiógeno, sobre muchas personas.
Si sonríe a un espejo, este solo puede devolverle la sonrisa;
frunza el ceño y el reflejo volverá a usted. Lo que damos nosotros mismos es a
la larga lo que recibiremos a cambio. Es imposible manifestar amor y sentimientos
positivos y recibir a cambio odio y discordia.
Fuente: Reflexología (Ann Gillanders)