Aspectos positivos del estrés (2 de 3)
El estrés no es totalmente negativo. Puede ser una característica
muy positiva en nuestras vidas, puesto que todos necesitamos estar bajo cierto
grado de estrés para poder sacar el máximo provecho de nosotros mismos en
muchos tipos de situaciones exigentes. Si, por ejemplo, usted se arrastra por
la vida con la tensión de un muelle sobre dilatado, es improbable que sienta motivación
para fijar y lograr objetivos.
El estrés positivo también juega un papel en nuestra
capacidad de relajarnos y disfrutar. La emoción estresante, eufórica, que
experimenta cuando ve a su equipo de futbol favorito marca ese gol ganador, por
ejemplo, es un factor positivo, como lo es el tipo de reacción estresante que
motiva que escale una montaña rocosa o se esfuerce por batir su mejor marca
personal en una carrera. Sólo cuando está constantemente estresado y en “alerta
roja”, incluso cuando trata de “desconectarse” por la noche y dormir el estrés no
vuelve nocivo.
El estrés es parte de nuestra herencia evolutiva. Las
sociedades cazadoras-recolectoras que aun sobreviven en la actualidad nos
proporcionan cierta perspectiva del papel que debe jugar el estrés en términos de
supervivencia básica. Cuando una caza satisfactoria puede marcar la diferencia
entre tener suficiente comida y seguir hambriento, los cambios psicológicos que
el cuerpo experimenta debidos al estrés son extraordinarios. Cuando se acecha la presa, con cada nervio
del cuerpo palpitando, las pupilas de los ojos se dilatan para mejorara la visión
a larga distancia. Las glándulas de adrenalina comienzan a producir un plus de
adrenalina, lo que a su vez eleva el pulso e incrementa los latidos del corazón.
Se extraen del hígado grasa y azúcar para proporcionar más energía, la presión sanguínea
se eleva, y el ritmo del corazón se incrementa incluso más. En ese momento la
persona es consciente de que el ritmo respiratorio ha aumentado e incluso la audición
es más aguda. Con la adrenalina extra puede correr más rápido porque su cuerpo está
recibiendo un nivel más elevado de sangre oxigenada. Finalmente puede cazar. La
energía consumida al matar a la presa y arrastrarla después hasta su casa quema
la reserva de energía sobrante.
Esa escena ilustra cómo debería trabajar el cuerpo en cualquier
situación inductora al estrés: el exceso de adrenalina se produce para ayudarlo
a lograr su objetivo, y este hecho es seguido de un ejercicio físico a fin de
agotar los excesos que el cuerpo ha producido. Sin embargo, en la actualidad la
mayoría de nosotros estamos sujetos a los cambios psicológicos debido al estrés
sin realizar el ejercicio necesitado para corregir los desequilibrios producidos.
Próxima entrada:
Tratamiento del estrés (3/3)
Fuente: Reflexologia (Ann Gillanders)
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