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de junio, solsticio de verano, en el día más largo del año es cuando empieza el verano. El sol se considera yang,
energía masculina, porque da energía, produce acción y movimiento
hacia fuera y crea el clima caliente y seco. Todo ello nos lleva
a un aumento de la actividad.
El verano es la estación de
crecimiento y maduración de la naturaleza. Las flores y los frutos se encuentran a nuestro alrededor y las plantas
están bien altas. También nosotros maduramos y crecemos, recogemos los
frutos del trabajo hecho durante el año. Y esta es la estación más propicia
para nuestra actividad y movimiento hacia el exterior, tiempo de más relación
social, deportes, salidas al campo, playa, etc.
Es muy adecuado asegurarnos de que recibimos la distensión necesaria y
abundante energía solar. Se están produciendo muchos cambios y la
energía debe estar en movimiento dentro de nosotros y en nuestra vida para
nutrirnos continuamente y crear armonía.
Debemos aprender a fluir como lo hace la naturaleza
a través de las estaciones. La tensión surge cuando nos resistimos a esta
fluencia, y la enfermedad se puede producir cuando nos resistimos a nuestros
cambios. La enfermedad suele ser un proceso que nos hace más receptivos, más
sensibles y abiertos al cambio.
El fuego es el elemento que
caracteriza al verano y proporciona la energía que rige al corazón y al
intestino delgado. Hay otros dos sistemas vinculados con el elemento fuego, por lo que recorre cuatro meridianos, mientras que
los otros elementos sólo tienen dos.
Estos dos sistemas extra pueden
considerarse como aspectos fisiológicos de
la energía.
- El primero se llama "circulación sexual" o
"pericardio", y su función consiste en proteger al corazón y
regular la fluencia de sangre, el calor y la nutrición por todo el cuerpo.
- Y el
otro es el "triple calentador" y actúa para mantener la temperatura y
calidez adecuadas.
El corazón tiene relación con la
capacidad de gobernar, entender y ver claramente, y de servir compasivamente.
El intestino delgado recibe, digiere y asimila la nutrición, selecciona y separa lo
puro de lo impuro. El pericardio, protector del corazón, regula la
fluencia de sangre y las secreciones sexuales. El triple calentador se divide
en tres partes, el quemador superior se
relaciona con el corazón y los pulmones, el quemador central, plexo
solar, relacionado con bazo, vesícula biliar, hígado e intestino delgado, y el quemador inferior en la zona
umbilical asociado con el intestino grueso, la vejiga y los riñones.
El
fuego es luz y calor, y su función en el cuerpo consiste en
mantener el calor, pero también dar calidez a otros. El elemento fuego produce
entusiasmo, vitalidad y energía. Se relaciona con la dirección sur y el
color rojo. Una exagerada atracción o
repulsión al rojo puede representar un desequilibrio con este elemento.
El
fuego está relacionado con las emociones de alegría y tristeza. La risa o gozo excesivo, al igual que la tristeza permanente pueden
crear un desequilibrio del elemento fuego.
El momento dominante del corazón es
de once de la mañana a una del mediodía.
El elemento fuego se
relaciona con la energía de la creatividad, intuición y movimiento.
Se halla
asociado al sabor amargo. Las hierbas y alimentos amargos se consideran fortalecedores del corazón y el intestino
delgado, aunque el exceso de este sabor puede hacerles daño. Si lo poco es
bueno lo mucho no es mejor, de hecho puede ser nocivo para nosotros.
Fuente: Curs Reflexoligia a traves de les estacions. Maria Solsona
Si las
personas prestan atención a los cinco sabores (dulce, salado, agrio, especiado
y amargo) y los mezclan bien, sus huesos permanecerán rectos, sus músculos se
conservarán tiernos y jóvenes, la respiración y la sangre circularán
libremente, los poros serán de textura fina, y en consecuencia la respiración y
los huesos se llenarán de la esencia de la vida.
Nei Ching
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