lunes, 3 de diciembre de 2012

El Invierno



En invierno, la naturaleza está en su estación de descanso, callada, retirada, profunda en la tierra y las raíces, preparándose para la primavera. Es muy probable que también tú te sientas con más profundidad dentro de ti misma, buscando la recuperación, el descanso y el recogimiento. Es tiempo de obtener mucho descanso, buenos alimentos, relajación y sueño. El tiempo del sueño es muy importante para soltar y recuperarse.



El 21 de diciembre es la fecha del solsticio de invierno, el primer día de la estación y la noche más larga.


El invierno está relacionado con el elemento Agua. El agua está en el aire, sobre la tierra y dentro de ella y constituye una parte importante de toda la materia viva. Es muy adaptable, toma la forma de su contenedor y la cambia con el calor y el frío.

El agua es el medio esencial de tu cuerpo, a través del cual pasan todas las cosas. Es importante para funciones como la circulación de la sangre, que lleva calor y nutrición a través del cuerpo; el líquido linfático, que ayuda a procesar y a eliminar los desperdicios y permite luchar contra las infecciones y otros agentes extraños; y para el flujo de la orina, la saliva, el sudor, las lágrimas y los líquidos sexuales.

Podemos darnos cuenta de la estrecha relación que hay entre el ser humano y el planeta Tierra, ambos estamos compuestos en un 70 o 80% de agua. De hecho, el agua del mar es casi idéntica al plasma sanguíneo. Es el sistema circulatorio de la tierra, las nubes, la nieve, los lagos, los ríos, corrientes y océanos forman parte de esta circulación acuosa.


El invierno es la estación en la que domina más el elemento agua. La vejiga y los riñones son los órganos que están relacionados.


El poder del invierno es profundo y yin. Es tiempo de conservar la energía y los recursos y de no desperdiciar la energía activa y hacia el exterior, yang, Necesitas cuidados especiales en la alimentación, el calor y el descanso.

El clima asociado con el elemento agua es frío y su dirección, el norte. Los riñones se nutren con el clima frío, pero la frialdad o humedad extrema puede dañarlos. Debes mantenerte caliente y seco, especialmente en invierno, pues estos días fríos y húmedos pueden producirnos dolor o tirantez extremos, sobretodo en la espalda.

El sabor o gusto asociado a este elemento es el salado. En realidad, la mayor parte del agua es salada; incluso en nuestro cuerpo, el agua contiene muchas sales minerales. Las personas a las que el gusto salado les gusta en exceso o les disgusta profundamente, tienen un desequilibrio con el elemento agua. Si se toma sal en exceso se crea un deseo de agua y se pueden dañar los riñones. El exceso de sal causa retención de líquidos, tensión alta y problemas cardíacos y renales.




El agua puede estar relacionada con las emociones en general, pero el desequilibrio emocional específico de los riñones, es el miedo. Este puede manifestarse en la forma de fobias específicas; como una ansiedad general ante la vida; también como una paranoia o negatividad, en la que siempre se espera lo peor. El miedo puede ser causa o consecuencia del desequilibrio del agua. Una enfermedad que afecte a la vejiga, dificultad para expresar sentimientos y sobre todo para permitirse sentir, o a los riñones es capaz de generar un sentimiento de miedo; y el miedo mismo puede dañar a esos órganos. En períodos de excitación o de cambio, el que tiene un desequilibrio del agua puede reaccionar con temblores; este temblor representa una liberación de las tensiones y la energía del miedo. Y aunque el miedo es capaz de bloquear la expresión del amor, el amor y la fe pueden transmutar el miedo.


Las orejas son el órgano sensorial asociado con el elemento agua, y su sentido, el oído. El agua es el elemento receptivo, que escucha el sonido y está abierto a la entrada de energía. Es interesante que las orejas y los riñones tienen una forma similar, como el embrión humano. El embrión, y más tarde el feto, crece en un medio acuoso, a través del cual viaja el sonido hasta sus orejas en desarrollo. Según la medicina china tradicional, los problemas de los orejas o de la audición pueden ser un reflejo de la desarmonía del elemento agua.


Se dice que los riñones gobiernan el almacenamiento de fuerza de vida en los huesos y la médula. Las personas con problemas óseos pueden tener un desequilibrio de agua, mientras que un elemento acuoso saludable mantiene la forma de los huesos. Expresiones como "lo sentí en los huesos" sugieren la relación de los mismos con las experiencias emocionales profundas. El invierno es un buen momento para buscar una terapia más profunda e intensa que nos ayude a llegar a esos niveles significativos y emocionales.


El agua está relacionado también con las funciones sexuales del cuerpo: gobierna sobre los órganos genitales y reproductores, y sobre los orificios uretrales y anales. También está relacionado con las secreciones sexuales y urinarias. La salud del elemento agua afecta a la fluencia de la energía durante el acto sexual y a la salud de la función reproductora. Los líquidos sexuales ayudan a lubricar y proteger el esperma y el óvulo. Algunos problemas relacionados con éstos, como la impotencia o la infertilidad, pueden estar relacionados con un desequilibrio con el agua. El exceso de sexo y la congestión resultante, así como la falta de expresión de la energía sexual, puede afectar a los riñones y al equilibrio del elemento agua. Las relaciones sexuales saludables necesitan que se dé y se reciba, yang y yin, por parte de ambos.

Por cada uno de los doce meridianos fluye predominantemente la energía dos horas al día en su circulación por el cuerpo. El tiempo de la vejiga es de tres a cinco de la tarde, y la de los riñones de cinco a siete. Este período de cuatro horas del día es un tiempo de transición, de salir de la escuela o del trabajo, y cuando se produce el ocaso y nos preparamos para la noche. Durante este período del día necesitamos a menudo un poco de relajación para volvernos más receptivos. También puede ser un momento más emocional para muchos de nosotros. Las personas que pasan por momentos difíciles a esas horas pueden tener un desequilibrio del elemento agua, mientras que las personas que gozan de este período probablemente son saludables en este elemento.

Todos tenemos nuestros ciclos. Muchos de nosotros poseemos ciclos en los que se liberan las emociones retenidas, como en las lluvias de invierno. Luego, con una nueva conciencia y expresión de estos sentimientos, viene un verdadero aligeramiento de nuestra energía. El agua, retenida a veces en el cuerpo junto a nuestras emociones, puede ser causa de letargo, lentitud, irritabilidad e incapacidad de expresarnos.


Las personas con deficiente energía del agua pueden tener dificultades para relajarse o descansar y para reflexionar claramente. En equilibrio, permite la fluidez, capacidad de descansar y nutrirse a uno mismo y a los otros, de guiar la percepción y la reflexión, y de expresar los sentimientos, como el amor. Las cualidades de la compasión, el entendimiento y la respuesta a las necesidades y sentimientos de los demás se consideran a menudo como nuestro aspecto femenino y maternal, características también del elemento agua.


Fuente: Curs refexologia a traves de les estacions, Maria Solsona