jueves, 28 de febrero de 2013

El mundo a nuestros pies


Para algunos resultará difícil de creer, pero nuestros pies son algo así como un espejo de nuestro cuerpo.
Y lo más sorprendente es que no solo el aspecto físico  sino que también el mental y emocional, así como el estado energético se expresan a través de ellos.


A nuestros pies llegan miles de terminaciones nerviosas y canales energéticos que los conectan con cada órgano y parte del cuerpo. Siendo así, es fácil deducir que si los estimulamos, obtendremos alguna repercusión en los mismos.

Para esto, el reflexólogo, por medio de sus manos, utiliza técnicas precisas de movilización, estímulos puntuales, etc., que tratan de provocar un efecto en determinadas área del cuerpo.

De cualquier manera el desbloqueo energético y por lo tanto el restablecimiento del equilibrio energético del organismo es una derivación casi involuntaria de la movilización que provoca un tratamiento de Reflexología.

Para esto, va mejorando la circulación sanguínea, los impulsos nerviosos, elevando las defensas, etc. Asimismo, favorece la relajación y resulta muy eficaz en el tratamiento del estrés y en las molestias osteoartromusculares.

Para organizar un tratamiento, el reflexólogo no sólo cuenta con la información que le brinda la persona, sino que también las áreas del cuerpo reflejadas en el pie le suministran datos a tener en cuenta.

Las durezas, puntos dolorosos o sensibles, el estado de la piel, la flexibilidad de las articulaciones, etc., nos manifiestan el estado de salud o congestión en que se encuentra la zona del cuerpo que allí está representada y que el terapeuta podrá descubrir con una observación visual y sensible de los pies.

Por otra parte, la lectura de pies puede dar un alcance terapéutico mayor a la Reflexología, y sumar una nueva mirada sobre las zonas reflejas y los signos en los pies.

Como quedó sugerido al comienzo, los pies pintan un cuadro energético de la persona, la diversidad de energías que conviven en un individuo, algunas complementarias otras contrapuestas que fundamentan nuestra manera de ser y actuar.

A su vez, un reflexólogo holístico, considerará a la persona que lo consulta como al protagonista del proceso de sanación, incentivará un mayor registro personal y una mayor conexión con sensaciones, emociones y sentimientos.

En definitiva, esta terapia también estimula el autoconocimiento y por lo tanto un camino de evolución personal.


Fuente: Prof. Mercedes Aguilar

No hay comentarios:

Publicar un comentario