martes, 18 de junio de 2013

El verano


21 de junio, solsticio de verano, en el día más largo del año es cuando empieza el verano. El sol se considera yang, energía masculina, porque da energía, produce acción y movimiento hacia fuera y crea el clima caliente y seco. Todo ello nos lleva a un aumento de la actividad.
El verano es la estación de crecimiento y maduración de la naturaleza. Las flores y los frutos se encuentran a nuestro alrededor y las plantas están bien altas. También nosotros maduramos y crecemos, recogemos los frutos del trabajo hecho durante el año. Y esta es la estación más propicia para nuestra actividad y movimiento hacia el exterior, tiempo de más relación social, deportes, salidas al campo, playa, etc. 


Es muy adecuado asegurarnos de que recibimos la distensión necesaria y abundante energía solar. Se están produciendo muchos cambios y la energía debe estar en movimiento dentro de nosotros y en nuestra vida para nutrirnos continuamente y crear armonía.
Debemos aprender a fluir como lo hace la naturaleza a través de las estaciones. La tensión surge cuando nos resistimos a esta fluencia, y la enfermedad se puede producir cuando nos resistimos a nuestros cambios. La enfermedad suele ser un proceso que nos hace más receptivos, más sensibles y abiertos al cambio.
El fuego es el elemento que caracteriza al verano y proporciona la energía que rige al corazón y al intestino delgado. Hay otros dos sistemas vinculados con el elemento fuego, por lo que recorre cuatro meridianos, mientras que los otros elementos sólo tienen dos.
Estos dos sistemas extra pueden considerarse como aspectos fisiológicos de la energía. 
- El primero se llama "circulación sexual" o "pericardio", y su función consiste en proteger al corazón y regular la fluencia de sangre, el calor y la nutrición por todo el cuerpo. 
- Y el otro es el "triple calentador" y actúa para mantener la temperatura y calidez adecuadas.



El corazón tiene relación con la capacidad de gobernar, entender y ver claramente, y de servir compasivamente. El intestino delgado recibe, digiere y asimila la nutrición, selecciona y separa lo puro de lo impuro. El pericardio, protector del corazón, regula la fluencia de sangre y las secreciones sexuales. El triple calentador se divide en tres partes, el quemador superior se relaciona con el corazón y los pulmones, el quemador central, plexo solar, relacionado con bazo, vesícula biliar, hígado e intestino delgado, y el quemador inferior en la zona umbilical asociado con el intestino grueso, la vejiga y los riñones.
El fuego es luz y calor, y su función en el cuerpo consiste en mantener el calor, pero también dar calidez a otros. El elemento fuego produce entusiasmo, vitalidad y energía. Se relaciona con la dirección sur y el color rojo. Una exagerada atracción o repulsión al rojo puede representar un desequilibrio con este elemento.


El fuego está relacionado con las emociones de alegría y tristeza. La risa o gozo excesivo, al igual que la tristeza permanente pueden crear un desequilibrio del elemento fuego.
El momento dominante del corazón es de once de la mañana a una del mediodía.
El elemento fuego se relaciona con la energía de la creatividad, intuición y movimiento.
Se halla asociado al sabor amargo. Las hierbas y alimentos amargos se consideran fortalecedores del corazón y el intestino delgado, aunque el exceso de este sabor puede hacerles daño. Si lo poco es bueno lo mucho no es mejor, de hecho puede ser nocivo para nosotros.
Fuente: Curs Reflexoligia a traves de les estacions. Maria Solsona
Si las personas prestan atención a los cinco sabores (dulce, salado, agrio, especiado y amargo) y los mezclan bien, sus huesos permanecerán rectos, sus músculos se conservarán tiernos y jóvenes, la respiración y la sangre circularán libremente, los poros serán de textura fina, y en consecuencia la respiración y los huesos se llenarán de la esencia de la vida.
Nei Ching









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